“A lo largo del viaje hice la misma pregunta a todas las personas que conocí: «¿qué has aprendido viviendo o trabajando en la frontera?». Sus respuestas fueron muy similares: «es una zona segura», «yo no viviría aquí si fuese una zona de guerra», «las cosas que se oyen en las noticias no son verdad». Ahí es donde nos dimos cuenta de que la frontera es segura para los estadounidenses y las personas con visa, pero no para los y las migrantes y solicitantes de asilo que intentan cruzarla.”
(Translation: “Throughout the trip I asked the same question to all the people I met: ‘What have you learned living or working on the border?’ Their responses were very similar: “It’s a safe zone,’ ‘I wouldn’t live here if it were a war zone,’ ‘the things you hear on the news aren’t true.’ That’s where we realized that the border is safe for Americans and people with visas, but not for migrants and asylum seekers trying to cross it.”)
—From “66 días pedaleando la frontera México-EEUU: un viaje para que migrar no duela” in Público